2. Elías fue y se presentó ante Ahab. El hambre que había en Samaria era tremenda.
3. Ahab llamó a Abdías, su mayordomo, que adoraba al Señor con profunda reverencia
4. y que, cuando Jezabel comenzó a matar a los profetas del Señor, había recogido a cien de ellos y, después de dividirlos en dos grupos de cincuenta, los había escondido en dos cuevas y les había dado el alimento necesario.
5. Ahab le dijo a Abdías:—Anda, vamos a recorrer el país y todos los manantiales y los ríos, a ver si podemos encontrar pasto para mantener vivos los caballos y las mulas. De lo contrario, nos quedaremos sin bestias.