40. Entre la gente se encontraban algunos que al oir estas palabras dijeron:–Seguro que este hombre es el profeta.
41. Otros decían:–Este es el Mesías.Pero otros decían:–No, porque el Mesías no puede venir de Galilea.
42. La Escritura dice que el Mesías ha de ser descendiente del rey David y que procederá de Belén, del mismo pueblo de David.