16. Tomás, al que llamaban el Gemelo, dijo a los otros discípulos:–Vayamos también nosotros, para morir con él.
17. Jesús, al llegar, se encontró con que ya hacía cuatro días que habían sepultado a Lázaro.
18. Betania estaba cerca de Jerusalén, a unos tres kilómetros,
19. y muchos judíos habían ido a visitar a Marta y María, para consolarlas por la muerte de su hermano.
20. Cuando Marta supo que Jesús estaba llegando, salió a recibirle; pero María se quedó en la casa.
21. Marta dijo a Jesús:–Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.
22. Pero aun ahora yo sé que Dios te dará cuanto le pidas.
23. Jesús le contestó:–Tu hermano volverá a vivir.
24. Marta le dijo:–Sí, ya sé que volverá a vivir cuando los muertos resuciten, en el día último.
25. Jesús le dijo entonces:–Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá;
26. y ninguno que esté vivo y crea en mí morirá jamás. ¿Crees esto?
27. Ella le dijo:–Sí, Señor, yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.
28. Después de esto, Marta fue a llamar a su hermana María y le dijo en secreto:–El Maestro está aquí y te llama.
29. En cuanto María lo oyó, se levantó y fue a ver a Jesús;
30. pero Jesús no había entrado aún en el pueblo, sino que permanecía en el lugar donde Marta había ido a encontrarle.
31. Al ver que María se levantaba y salía de prisa, los judíos que habían ido a consolarla a la casa, la siguieron pensando que iba al sepulcro a llorar.
32. Cuando María llegó a donde estaba Jesús, se puso de rodillas a sus pies, diciendo:–Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.