Dice Jerusalén, la ciudad de Sión:“Nabucodonosor, el rey de Babilonia,me hizo pedazos y me devoró;me dejó como un plato vacío.Como un monstruo del mar, me tragó;se hartó con lo que más le gustaba de mí,y tiró el resto.¡Que pague Babilonia por la violencia que me hizo!¡Que paguen los caldeos por la gente que me mataron!”