22. Y Dios, tomándoselo en cuenta, le aceptó como justo.
23. Y esto de que Dios se lo tomó en cuenta no se escribió solamente respecto de Abraham,
24. sino también de nosotros. Pues Dios también toma en cuenta nuestra fe, y nos acepta como justos a los que creemos en aquel que resucitó a Jesús, nuestro Señor,
25. quien fue entregado a la muerte por nuestros pecados y resucitado para hacernos justos.