1. Os recomiendo a nuestra hermana Febe, que es diaconisa de la iglesia de Cencreas.
2. Recibidla bien en el nombre del Señor, como se debe hacer entre los hermanos en la fe, y ayudadla en todo lo que necesite, porque ha ayudado a muchos y también a mí.
3. Saludad a Prisca y Áquila, mis compañeros de trabajo en el servicio de Cristo Jesús.
4. A ellos, que pusieron en peligro su propia vida por salvar la mía, no solo yo les doy gracias, sino también todos los hermanos de las iglesias no judías.
5. Igualmente, saludad a los hermanos que se reúnen en casa de Prisca y Áquila. Saludad a mi querido amigo Epéneto, que fue el primer creyente en Cristo en la provincia de Asia.
6. Saludad a María, que tanto ha trabajado entre vosotros.
7. Saludad a mis paisanos Andrónico y Junias, que fueron mis compañeros de cárcel; se han distinguido entre los apóstoles y creyeron en Cristo antes que yo.