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Mateo 27:46-57 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

46. A eso de las tres, Jesús gritó con fuerza: “Elí, Elí, ¿lema sabaqtaní?” (es decir, “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”)

47. Algunos de los que estaban allí, lo oyeron y dijeron:–Está llamando al profeta Elías.

48. Al momento, uno de ellos corrió en busca de una esponja, la empapó en vino agrio, la ató a una caña y se la acercó para que bebiera.

49. Pero los demás decían:–Déjale, a ver si viene Elías a salvarle.

50. Jesús dio otra vez un fuerte grito, y murió.

51. En aquel momento, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. La tierra tembló y se partieron las rocas,

52. los sepulcros se abrieron y muchos hombres de Dios que habían muerto resucitaron.

53. Salieron de sus tumbas después de la resurrección de Jesús y entraron en la santa ciudad de Jerusalén, donde los vio mucha gente.

54. Cuando el centurión y los que con él vigilaban a Jesús vieron el terremoto y todo lo que estaba pasando, dijeron aterrados:–¡Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios!

55. Estaban allí, mirando de lejos, muchas mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea y que le habían ayudado.

56. Entre ellas se encontraban María Magdalena, María la madre de Santiago y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.

57. Al anochecer llegó un hombre rico llamado José, natural de Arimatea, que también era seguidor de Jesús.

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