1. Después de esto, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo:
2. “Los maestros de la ley y los fariseos son los encargados de interpretar la ley de Moisés.
3. Por lo tanto, obedecedlos y haced todo lo que os digan. Pero no sigáis su ejemplo, porque dicen una cosa y hacen otra.
4. Atan cargas pesadas, imposibles de soportar, y las echan sobre los hombros de los demás, mientras que ellos mismos no quieren tocarlas ni siquiera con un dedo.