24. Os lo repito: le es más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios.
25. Al oirlo, sus discípulos se asombraron más aún, y decían:–Entonces, ¿quién podrá salvarse?
26. Jesús los miró y les contestó:–Para los hombres esto es imposible, pero no para Dios.
27. Pedro entonces añadió:–Nosotros, que hemos dejado cuanto teníamos y te hemos seguido, ¿qué vamos a recibir?