9. Esto entristeció al rey Herodes, pero como había hecho un juramento en presencia de sus invitados, mandó que se la dieran.
10. Envió, pues, a que cortaran la cabeza a Juan en la cárcel.
11. Luego la pusieron en una bandeja y se la dieron a la muchacha, y ella se la llevó a su madre.
12. Más tarde llegaron los seguidores de Juan, que tomaron el cuerpo y lo enterraron. Después fueron y dieron la noticia a Jesús.
13. Cuando Jesús recibió aquella noticia, se fue de allí, él solo, en una barca, a un lugar apartado. Pero la gente, al saberlo, salió de los pueblos para seguirle por tierra.
14. Al bajar Jesús de la barca, viendo a la multitud, sintió compasión de ellos y sanó a los que estaban enfermos.
15. Como se hacía de noche, los discípulos se acercaron a él y le dijeron:–Ya es tarde y este es un lugar solitario. Despide a la gente, para que vayan a las aldeas y se compren comida.
16. Jesús les contestó:–No es necesario que vayan. Dadles vosotros de comer.
17. Respondieron:–No tenemos aquí más que cinco panes y dos peces.
18. Jesús les dijo:–Traédmelos.
19. Mandó entonces a la multitud que se recostara sobre la hierba. Luego tomó en sus manos los cinco panes y los dos peces y, mirando al cielo, dio gracias a Dios, partió los panes, se los dio a los discípulos y ellos los repartieron entre la gente.
20. Todos comieron hasta quedar satisfechos, y todavía llenaron doce canastas con los trozos sobrantes.
21. Los que comieron eran unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
22. Después de esto, Jesús hizo subir a sus discípulos a la barca, para que llegasen antes que él a la otra orilla del lago, mientras él despedía a la gente.
23. Cuando ya la hubo despedido, subió Jesús al monte para orar a solas, y al llegar la noche aún seguía allí él solo.
24. Entre tanto, la barca se había alejado mucho de tierra firme y era azotada por las olas, porque tenía el viento en contra.