7. le dijo a gritos:–¡No te metas conmigo, Jesús, Hijo del Dios altísimo! ¡Te ruego, por Dios, que no me atormentes!
8. Hablaba así porque Jesús le había dicho:–¡Espíritu impuro, deja a ese hombre!
9. Jesús le preguntó:–¿Cómo te llamas?Él contestó:–Me llamo Legión, porque somos muchos.
10. Y rogaba mucho a Jesús que no enviara los espíritus fuera de aquella región.
11. Y como cerca de allí, junto al monte, se hallaba paciendo una gran piara de cerdos,
12. los espíritus le rogaron:–Mándanos a los cerdos y déjanos entrar en ellos.
13. Jesús les dio permiso, y los espíritus impuros salieron del hombre y entraron en los cerdos. Estos, que eran unos dos mil, echaron a correr pendiente abajo hasta el lago, y se ahogaron.
14. Los que cuidaban de los cerdos salieron huyendo, y contaron en el pueblo y por los campos lo sucedido. La gente acudió a ver lo que había pasado.
15. Y cuando llegaron a donde estaba Jesús, vieron sentado, vestido y en su cabal juicio al endemoniado que había tenido la legión de espíritus. La gente estaba asustada,