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Marcos 2:2-21 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

2. se juntaron tantos que ni siquiera cabían frente a la puerta, y él les anunciaba el mensaje.

3. Entonces, entre cuatro, le llevaron un paralítico.

4. Pero como había mucha gente y no podían llegar hasta Jesús, quitaron parte del techo encima de donde él estaba, y por la abertura bajaron en una camilla al enfermo.

5. Cuando Jesús vio la fe que tenían, dijo al enfermo:–Hijo mío, tus pecados quedan perdonados.

6. Algunos maestros de la ley que estaban allí sentados pensaron:

7. “¿Cómo se atreve este a hablar así? Sus palabras son una ofensa contra Dios. Nadie puede perdonar pecados, sino solamente Dios.”

8. Pero Jesús se dio cuenta en seguida de lo que estaban pensando y les preguntó:–¿Por qué pensáis así?

9. ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: ‘Tus pecados quedan perdonados’ o decirle: ‘Levántate, toma tu camilla y anda’?

10. Pues voy a demostraros que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados.Entonces dijo al paralítico:

11. –A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.

12. El enfermo se levantó en el acto, y tomando su camilla salió de allí a la vista de todos. Así que todos se admiraron y alabaron a Dios diciendo:–Nunca habíamos visto nada semejante.

13. Después fue Jesús otra vez a la orilla del lago. La gente se acercaba a él, y él les enseñaba.

14. Al pasar, vio a Leví, hijo de Alfeo, que estaba sentado en el lugar donde cobraba los impuestos para Roma. Jesús le dijo:–Sígueme.Leví se levantó y le siguió.

15. Sucedió que Jesús estaba comiendo en casa de Leví, y muchos cobradores de impuestos y otra gente de mala fama estaban también sentados a la mesa con Jesús y sus discípulos, pues eran muchos los que le seguían.

16. Unos maestros de la ley pertenecientes al partido fariseo, al ver que Jesús comía con todos ellos, preguntaron a los discípulos:–¿Cómo es que vuestro Maestro come con los cobradores de impuestos y con los pecadores?

17. Jesús los oyó y les dijo:–No necesitan médico los que gozan de buena salud, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.

18. En una ocasión estaban ayunando los seguidores de Juan el Bautista y los de los fariseos. Algunas personas fueron a Jesús y le preguntaron:–Los seguidores de Juan y los de los fariseos ayunan: ¿por qué no ayunan tus discípulos?

19. Jesús les contestó:–¿Acaso pueden ayunar los invitados a una boda mientras el novio está con ellos? Mientras está presente el novio, no pueden ayunar.

20. Pero vendrá el momento en que se lleven al novio; entonces, cuando llegue ese día, ayunarán.

21. “Nadie remienda un vestido viejo con un trozo de tela nueva, porque lo nuevo encoge y tira del vestido viejo, y el desgarrón se hace mayor.

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