35. Jesús estaba enseñando en el templo y preguntó:–¿Por qué dicen los maestros de la ley que el Mesías desciende de David?
36. David mismo, inspirado por el Espíritu Santo, dijo:‘El Señor dijo a mi Señor:Siéntate a mi derechahasta que yo ponga a tus enemigosdebajo de tus pies.’
37. Pero, ¿cómo puede el Mesías descender de David, si David mismo le llama Señor?La gente, que era mucha, escuchaba con gusto a Jesús.
38. Jesús decía en su enseñanza: “Guardaos de los maestros de la ley, pues les gusta andar con ropas largas y que los saluden con todo respeto en la calle.
39. Buscan los asientos de honor en las sinagogas y los mejores puestos en los banquetes,
40. y so pretexto de hacer largas oraciones devoran las casas de las viudas. ¡Esos recibirán mayor castigo!”
41. Jesús, sentado en una ocasión frente a las arcas de las ofrendas, miraba cómo la gente echaba dinero en ellas. Muchos ricos echaban mucho dinero,