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Lucas 5:3-18 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

3. Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que la alejara un poco de la orilla. Luego se sentó en la barca y comenzó a enseñar a la gente.

4. Cuando terminó de hablar dijo a Simón:–Lleva la barca lago adentro, y echad allí vuestras redes, para pescar.

5. Simón le contestó:–Maestro, hemos estado trabajando toda la noche sin pescar nada; pero, puesto que tú lo mandas, echaré las redes.

6. Cuando lo hicieron, recogieron tal cantidad de peces que las redes se rompían.

7. Entonces hicieron señas a sus compañeros de la otra barca, para que fueran a ayudarlos. Ellos fueron, y llenaron tanto las dos barcas que les faltaba poco para hundirse.

8. Al ver esto, Simón Pedro se puso de rodillas delante de Jesús y le dijo:–¡Apártate de mí, Señor, porque soy un pecador!

9. Porque Simón y todos los demás estaban asustados por aquella gran pesca que habían hecho.

10. También lo estaban Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón:–No tengas miedo. Desde ahora vas a pescar hombres.

11. Entonces llevaron las barcas a tierra, lo dejaron todo y se fueron con Jesús.

12. Un día estaba Jesús en un pueblo donde había un hombre enfermo de lepra. Al ver a Jesús se inclinó hasta el suelo y le rogó:–Señor, si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad.

13. Jesús lo tocó con la mano, diciendo:–Quiero. ¡Queda limpio!Al momento se le quitó la lepra al enfermo,

14. y Jesús le ordenó:–No lo digas a nadie. Solamente ve, preséntate al sacerdote y lleva por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que todos sepan que ya estás limpio de tu enfermedad.

15. Sin embargo, la fama de Jesús se extendía cada vez más, y mucha gente se juntaba para oirle y para que sanase sus enfermedades.

16. Pero Jesús se retiraba a orar a lugares apartados.

17. Un día estaba Jesús enseñando, y se habían sentado por allí algunos fariseos y maestros de la ley venidos de todas las aldeas de Galilea, y de Judea y Jerusalén. El poder de Dios se manifestaba en Jesús cuando curaba a los enfermos.

18. En esto llegaron unos hombres que llevaban en una camilla a un paralítico. Querían meterlo en la casa y ponerlo delante de Jesús,

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