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Lucas 5:27-39 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

27. Después de esto, Jesús salió y se fijó en uno de los que cobraban impuestos para Roma. Se llamaba Leví y estaba sentado en el lugar donde cobraba los impuestos. Jesús le dijo:–Sígueme.

28. Entonces Leví se levantó, y dejándolo todo siguió a Jesús.

29. Más tarde, Leví hizo en su casa una gran fiesta en honor de Jesús; y muchos de los que cobraban impuestos para Roma, junto con otras personas, estaban sentados con ellos a la mesa.

30. Pero los fariseos y los maestros de la ley pertenecientes a este partido comenzaron a criticar a los discípulos de Jesús. Les decían:–¿Por qué coméis y bebéis con los cobradores de impuestos y los pecadores?

31. Jesús les contestó:–Los que gozan de buena salud no necesitan médico, sino los enfermos.

32. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan a Dios.

33. Le dijeron a Jesús:–Los seguidores de Juan y los de los fariseos ayunan mucho y hacen muchas oraciones, pero tus discípulos no dejan de comer y beber.

34. Jesús les contestó:–¿Acaso podéis hacer que ayunen los invitados a una boda mientras el novio está con ellos?

35. Ya llegará el momento en que se lleven al novio; cuando llegue ese día, ayunarán.

36. También les contó esta parábola:–Nadie corta un trozo de un vestido nuevo para arreglar un vestido viejo. De hacerlo así, echará a perder el vestido nuevo; además el trozo nuevo no quedará bien en el vestido viejo.

37. Ni tampoco se echa vino nuevo en odres viejos, porque el vino nuevo hace que los odres revienten, y tanto el vino como los odres se pierden.

38. Por eso hay que echar el vino nuevo en odres nuevos.

39. Y nadie que beba vino añejo querrá después beber el nuevo, porque dirá que el añejo es mejor.

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