22. Sin embargo, algunas de las mujeres que están con nosotros nos han asustado, pues fueron de madrugada al sepulcro
23. y no encontraron el cuerpo; y volvieron a casa contando que unos ángeles se les habían aparecido y les habían dicho que Jesús está vivo.
24. Algunos de nuestros compañeros fueron después al sepulcro y lo encontraron todo como las mujeres habían dicho, pero no vieron a Jesús.
25. Jesús les dijo entonces:–¡Qué faltos de comprensión sois y cuánto os cuesta creer todo lo que dijeron los profetas!
26. ¿Acaso no tenía que sufrir el Mesías estas cosas antes de ser glorificado?
27. Luego se puso a explicarles todos los pasajes de las Escrituras que hablaban de él, comenzando por los libros de Moisés y siguiendo por todos los libros de los profetas.
28. Al llegar al pueblo adonde se dirigían, Jesús hizo como si fuera a seguir adelante;
29. pero ellos le obligaron a quedarse, diciendo:–Quédate con nosotros, porque ya es tarde y se está haciendo de noche.Entró, pues, Jesús, y se quedó con ellos.
30. Cuando estaban sentados a la mesa, tomó en sus manos el pan, y habiendo dado gracias a Dios, lo partió y se lo dio.
31. En ese momento se les abrieron los ojos y reconocieron a Jesús; pero él desapareció.
32. Se dijeron el uno al otro:–¿No es cierto que el corazón nos ardía en el pecho mientras nos venía hablando por el camino y nos explicaba las Escrituras?
33. Sin esperar a más, se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los once apóstoles y a los que estaban con ellos.
34. Estos les dijeron:–Verdaderamente ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón.