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Lucas 23:36-50-51 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

36. Los soldados también se burlaban de Jesús. Se acercaban a él y le daban a beber vino agrio,

37. diciéndole:–¡Si eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo!

38. Y sobre su cabeza había un letrero que decía: “Este es el Rey de los judíos.”

39. Uno de los malhechores allí colgados le insultaba, diciéndole:–¡Si tú eres el Mesías, sálvate a ti mismo y sálvanos a nosotros!

40. Pero el otro reprendió a su compañero diciendo:–¿No temes a Dios, tú que estás sufriendo el mismo castigo?

41. Nosotros padecemos con toda razón, pues recibimos el justo pago de nuestros actos; pero este no ha hecho nada malo.

42. Luego añadió:–Jesús, acuérdate de mí cuando comiences a reinar.

43. Jesús le contestó:–Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso.

44. Desde el mediodía y hasta las tres de la tarde, toda aquella tierra quedó en oscuridad.

45. El sol dejó de brillar y el velo del templo se rasgó por la mitad.

46. Jesús, gritando con fuerza, dijo:–¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!Dicho esto, murió.

47. Cuando el centurión vio lo que había sucedido, alabó a Dios diciendo:–¡No hay duda de que este hombre era inocente!

48. Toda la multitud que estaba presente y que vio lo ocurrido regresó a la ciudad golpeándose el pecho.

49. Pero todos los amigos de Jesús, y también las mujeres que le habían seguido desde Galilea, se quedaron allí, mirando de lejos aquellas cosas.

50-51. Un hombre bueno y justo llamado José, que era miembro de la Junta Suprema de los judíos y que esperaba el reino de Dios, no estuvo de acuerdo con la actuación de la Junta. Este José, natural de Arimatea, un pueblo de Judea,

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