8. Jesús les contestó:–Entonces tampoco yo os digo con qué autoridad hago estas cosas.
9. Luego comenzó Jesús a hablar a la gente contando esta parábola: “Un hombre plantó una viña, la arrendó a unos labradores y emprendió un largo viaje.
10. A su debido tiempo, mandó un criado a pedir a los labradores la parte de cosecha que le correspondía; pero ellos le golpearon y lo enviaron con las manos vacías.
11. Entonces el dueño mandó otro criado; pero también a este lo insultaron, le golpearon y lo enviaron con las manos vacías.
12. Volvió a mandar otro, pero los labradores también le hirieron y lo echaron fuera.
13. “Finalmente, el dueño de la viña dijo: ‘¿Qué haré? Mandaré a mi hijo, que me es tan querido. Seguramente lo respetarán.’
14. Pero cuando los labradores le vieron, se dijeron unos a otros: ‘Este es el heredero: matémoslo y la viña será para nosotros.’
15. Así que lo sacaron de la viña y lo mataron.“¿Qué, pues, creéis que hará con ellos el dueño de la viña?
16. Irá y matará a aquellos labradores, y dará la viña a otros.”Al oirlo, dijeron:–¡Eso, jamás!
17. Pero Jesús los miró y dijo:–Entonces ¿qué significa esto que dicen las Escrituras:‘La piedra que despreciaron los constructoreses ahora la piedra principal’?
18. Cualquiera que caiga sobre esa piedra se hará pedazos, y si la piedra cae sobre alguien, lo aplastará.
19. Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley quisieron apresar a Jesús en aquel mismo momento, porque sabían que al contar esta parábola se refería a ellos. Pero tenían miedo de la gente.
20. Enviaron unos espías que, aparentando ser hombres de bien, hicieran decir a Jesús algo que les diera pretexto para entregarle al gobernador.
21. Le preguntaron:–Maestro, sabemos que lo que dices y enseñas es correcto, y que no juzgas por las apariencias. Tú enseñas de veras a vivir como Dios ordena.