Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Lucas 10:1-17 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

1. Después de esto escogió también el Señor a otros setenta y dos, y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares a donde tenía que ir.

2. Les dijo: “Ciertamente la mies es mucha, pero los obreros son pocos. Por eso, pedidle al Dueño de la mies que mande obreros a recogerla.

3. Andad y ved que os envío como a corderos en medio de lobos.

4. No llevéis bolsa ni monedero ni sandalias, y no os detengáis a saludar a nadie en el camino.

5. Cuando entréis en una casa, saludad primero diciendo: ‘Paz a esta casa.’

6. Si en ella hay gente de paz, vuestro deseo de paz se cumplirá; si no, no se cumplirá.

7. Y quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, pues el obrero tiene derecho a su salario. No andéis de casa en casa.

8. Al llegar a un pueblo donde os reciban bien, comed lo que os ofrezcan;

9. y sanad a los enfermos del lugar y decidles: ‘El reino de Dios ya está cerca de vosotros.’

10. Pero si llegáis a un pueblo y no os reciben, salid a las calles diciendo:

11. ‘¡Hasta el polvo de vuestro pueblo que se ha pegado a nuestros pies nos lo sacudimos en protesta contra vosotros! Pero sabed que el reino de Dios está cerca.’

12. Os digo que, en aquel día, el castigo de ese pueblo será más duro que el de los habitantes de Sodoma.

13. “¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho entre vosotras, ya hace tiempo que su gente se habría vuelto a Dios y lo habría demostrado poniéndose ropas ásperas y sentándose en ceniza.

14. Pero en el día del juicio el castigo para vosotras será peor que para la gente de Tiro y Sidón.

15. Y tú, Cafarnaún, ¿crees que serás levantada hasta el cielo? ¡Hasta lo más hondo del abismo serás arrojada!

16. “El que os escucha a vosotros me escucha a mí, y el que os rechaza a vosotros me rechaza a mí; y el que a mí me rechaza, rechaza al que me envió.”

17. Los setenta y dos regresaron muy contentos, diciendo:–¡Señor, hasta los demonios nos obedecen en tu nombre!

Leer capítulo completo Lucas 10