9. y por la fe que tenía vivió como extranjero en la tierra que Dios le había prometido. Vivió en tiendas de campaña, lo mismo que Isaac y Jacob, que también recibieron esa promesa.
10. Abraham esperaba aquella ciudad que tiene cimientos firmes, de la cual Dios es arquitecto y constructor.
11. También por fe, Abraham recibió fuerzas para ser padre, porque creyó que Dios cumpliría sin falta su promesa, a pesar de que Sara no podía tener hijos y él ya era demasiado viejo.
12. Así que Abraham, aunque próximo el fin de sus días, tuvo descendientes tan numerosos como las estrellas del cielo y como la arena de la orilla del mar, que no se puede contar.