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Hebreos 10:1-17 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

1. La ley de Moisés era solamente una sombra de los bienes que habían de venir; no su verdadera realidad. Por eso la ley no puede hacer perfectos a quienes cada año se acercan a Dios para ofrecerle los mismos sacrificios.

2. Pues si la ley realmente pudiera purificarlos del pecado, ya no se sentirían culpables y dejarían de ofrecer sacrificios.

3. Pero estos sacrificios sirven más bien para hacerles recordar sus pecados cada año,

4. ya que la sangre de los toros y de los chivos no puede quitar los pecados.

5. Por eso Cristo, al entrar en el mundo, dijo a Dios:“No quieres sacrificios ni ofrendas,sino que me has dado un cuerpo.

6. No te agradan los holocaustosni las ofrendas para quitar el pecado.

7. Entonces dije: ‘Aquí vengo,tal como está escrito de mí en el libro,para hacer, oh Dios, tu voluntad.’ ”

8. En primer lugar dice que Dios no quiere ni le agradan sacrificios u ofrendas de animales, ni holocaustos para quitar el pecado, a pesar de que son cosas que la ley manda ofrecer.

9. Y después añade: “Aquí vengo para hacer tu voluntad.” Es decir, que quita aquellos sacrificios antiguos y pone en su lugar uno nuevo.

10. Dios nos ha consagrado por cuanto su voluntad fue cumplida por Jesucristo al ofrecer su cuerpo en sacrificio una sola vez y para siempre.

11. Todo sacerdote judío oficia cada día, y sigue ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, aunque estos nunca pueden quitar los pecados.

12. Pero Jesucristo ofreció por los pecados un solo sacrificio para siempre, y luego se sentó a la derecha de Dios.

13. Allí está esperando hasta que Dios haga de sus enemigos el estrado de sus pies.

14. Así, por medio de una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los que han sido consagrados a Dios.

15. El mismo Espíritu Santo nos lo confirma, al decir:

16. “El pacto que haré con ellosdespués de aquellos díasserá este, dice el Señor:Pondré mis leyes en su corazóny las escribiré en su mente.

17. Y no me acordaré másde sus pecados y maldades.”

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