Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Gálatas 2:5-21 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

5. sin embargo, ni por un momento nos dejamos llevar por ellos, porque queríamos que la verdad del evangelio permaneciera en vosotros.

6. Los que eran reconocidos como de mayor autoridad –aunque a mí no me importa lo que por un tiempo hayan sido, pues Dios no juzga por las apariencias– no me dieron nuevas instrucciones.

7. Lejos de eso, reconocieron que Dios me había confiado la misión de anunciar el evangelio a los no judíos, así como a Pedro le había confiado la misión de anunciárselo a los judíos.

8. Pues el mismo que envió a Pedro como apóstol a los judíos me envió también a mí como apóstol a los no judíos.

9. Así pues, Santiago, Cefas y Juan, que eran tenidos por columnas de la iglesia, reconocieron que Dios me había concedido este privilegio. Y para confirmar que nos aceptaban como compañeros, nos dieron la mano a mí y a Bernabé, y estuvieron de acuerdo en que nosotros fuésemos a trabajar entre los no judíos, en tanto que ellos trabajarían entre los judíos.

10. Tan solo nos pidieron que nos acordásemos de los pobres, cosa que me he esforzado en hacer.

11. Pero cuando Cefas fue a Antioquía, le reprendí en su propia cara porque lo que estaba haciendo era condenable.

12. Porque al principio comía con los no judíos, pero luego que llegaron algunas personas de parte de Santiago, comenzó a separarse y dejó de comer con ellos por miedo a los fanáticos de la circuncisión.

13. Y los demás creyentes de origen judío consintieron también con Pedro en su hipocresía, tanto que hasta Bernabé se dejó arrastrar por ellos.

14. De modo que cuando vi que no se portaban conforme a la verdad del evangelio, dije a Cefas en presencia de toda la congregación: “Si tú, que eres judío, has estado viviendo como si no lo fueras, ¿por qué quieres obligar a los que no son judíos a vivir como si lo fueran?”

15. Nosotros somos judíos de nacimiento, y no pecadores paganos.

16. Sin embargo, sabemos que nadie es reconocido como justo por cumplir lo que manda la ley de Moisés, sino por la fe en Jesucristo. Por eso, también nosotros hemos creído en Jesucristo, para que Dios nos reconozca como justos por medio de la fe en Cristo y no por cumplir la ley. Porque nadie será reconocido como justo por cumplir la ley.

17. Ahora bien, si nosotros, buscando ser reconocidos como justos por medio de Cristo resultamos también ser pecadores, ¿querrá eso decir que Cristo nos hace pecadores? ¡De ninguna manera!,

18. pues si destruyo algo y luego vuelvo a construirlo, yo mismo soy el culpable.

19. Porque por medio de la ley yo he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo estoy crucificado,

20. y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Y la vida que ahora vivo en el cuerpo, la vivo por mi fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a la muerte por mí.

21. No quiero rechazar la bondad de Dios: si uno fuera hecho justo por cumplir la ley, Cristo habría muerto inútilmente.

Leer capítulo completo Gálatas 2