1. Por eso, mis queridos hermanos, a quienes tanto deseo ver; amados míos, mi alegría y mi premio, seguid así, firmes en el Señor.
2. Ruego a Evodia, y también a Síntique, que se pongan de acuerdo como hermanas en el Señor.
3. Y a ti, mi fiel compañero de trabajo, te pido que las ayudes, pues en el anuncio del evangelio lucharon a mi lado, junto con Clemente y los otros que trabajaron conmigo. Sus nombres ya están escritos en el libro de la vida.
4. Alegraos siempre en el Señor. Os lo repito: ¡Alegraos!
5. Que todos os conozcan como personas bondadosas. El Señor está cerca.
6. No os aflijáis por nada, sino presentadlo todo a Dios en oración. Pedidle, y también dadle gracias.