20. Mira, yo estoy llamando a la puerta: si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaremos juntos.
21. A los vencedores les daré un lugar conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono.
22. ¡Quien tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias!’ ”