Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Apocalipsis 19:1-14 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

1. Después de esto oí las fuertes voces de una gran multitud, que decía en el cielo:“¡Aleluya!La salvación, la gloria y el poderson de nuestro Dios,

2. porque juzga rectamente y con verdad;ha condenado a la gran prostitutaque con su prostitución corrompía al mundo;ha vengado en ellala muerte de los siervos de Dios.”

3. Luego volvieron a decir:“¡Aleluya!El humo de su incendio subirá por siempre.”

4. Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron hasta el suelo y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono. Decían: “¡Amén! ¡Aleluya!”

5. Desde el trono se oyó entonces una voz, que decía:“¡Alabad a nuestro Diostodos vosotros, pequeños y grandes,todos los que le servísy le reverenciáis!”

6. Oí también algo como voces de mucha gente, como el sonido de una cascada y de fuertes truenos. Decían:“¡Aleluya!Ha comenzado a reinar el Señor,nuestro Dios todopoderoso.

7. Alegrémonos, llenémonosde gozo y démosle gloria,porque ha llegado el momentode las bodas del Cordero.Su esposa se ha preparado:

8. Dios le ha dado que se vistade lino puro y brillante,porque el lino es la recta conductadel pueblo santo.”

9. El ángel me dijo: “Escribe: ‘Felices los que han sido invitados al banquete de las bodas del Cordero.’ ” Y añadió: “Estas son palabras verdaderas de Dios.”

10. Me arrodillé a los pies del ángel, para adorarlo, pero él me dijo: “No hagas eso. Yo soy siervo de Dios, lo mismo que tú y que tus hermanos que siguen fieles al testimonio de Jesús. ¡Adora a Dios!”Ese testimonio de Jesús es el que inspira a los profetas.

11. Vi el cielo abierto, y apareció un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, porque con rectitud gobernaba y hacía la guerra.

12. Sus ojos brillaban como llamas de fuego, llevaba en la cabeza muchas coronas y tenía un nombre escrito que solo él conocía.

13. Iba vestido con ropa teñida de sangre, y su nombre era La Palabra de Dios.

14. Le seguían los ejércitos del cielo, vestidos de lino blanco y puro y montados en caballos blancos.

Leer capítulo completo Apocalipsis 19