15. Si alguno de vosotros sufre, que no sea por asesino, ladrón o criminal, ni por meterse en asuntos ajenos.
16. Pero si sufre por ser cristiano, no debe avergonzarse, sino alabar a Dios por ello.
17. Ya ha llegado el tiempo en que el juicio ha de comenzar por la propia familia de Dios. Y si el juicio está comenzando así, por nosotros, ¿cómo será el fin de quienes no obedecen al mensaje de Dios?
18. Y si el justo con dificultad se salva, ¿qué pasará con el malvado y el pecador?
19. De manera que los que sufren según la voluntad de Dios, deben seguir haciendo el bien y deben poner su alma en manos del Dios que los creó, pues él es fiel.