29. De otra manera, los que se bautizan por los muertos, ¿para qué lo hacen? Si los muertos no resucitan, ¿para qué bautizarse por ellos?
30. ¿Y por qué ponernos nosotros en peligro a todas horas?
31. Porque, hermanos, todos los días estoy en peligro de muerte. Esto es tan cierto como la satisfacción que siento por vosotros como creyentes en nuestro Señor Jesucristo.
32. Yo he luchado con las fieras en Éfeso, pero ¿qué he ganado con ello? Si es verdad que los muertos no resucitan, entonces, como algunos dicen, “¡Comamos y bebamos, que mañana moriremos!”