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Números 22:12-30 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

12. Entonces Dios dijo a Balaam:–No vayas con ellos ni maldigas a ese pueblo, porque a ese pueblo lo he bendecido yo.

13. Al día siguiente, Balaam se levantó y dijo a los jefes que había enviado Balac:–Regresad a vuestra tierra. El Señor no me permite ir con vosotros.

14. Los jefes de Moab regresaron a donde estaba Balac, y le dijeron:–Balaam no quiso venir con nosotros.

15. Pero Balac insistió y volvió a enviar otros jefes, esta vez en mayor número y de más importancia que los primeros.

16. Ellos fueron a ver a Balaam y le dijeron:–Balac, hijo de Sipor, nos manda a decirte: ‘Por favor, no te niegues a venir.

17. Yo te daré los más grandes honores, y haré todo lo que me pidas; pero ven y hazme el favor de maldecir a este pueblo.’

18. Pero Balaam les respondió:–Aunque Balac me diera todo el oro y la plata que caben en su palacio, yo no podría hacer nada, ni grande ni pequeño, que fuera contra las órdenes del Señor mi Dios.

19. Sin embargo, quedaos aquí también esta noche, y veré qué me dice esta vez el Señor.

20. Por la noche, Dios se apareció a Balaam y le dijo:–Si esos hombres han venido a buscarte, levántate y vete con ellos, pero tendrás que hacer solamente lo que yo te diga.

21. Balaam se levantó al día siguiente, ensilló su asna y se fue con los jefes moabitas.

22. Balaam iba montado en su asna y le acompañaban dos criados.Pero la ira de Dios se encendió contra él porque se había ido, y el ángel del Señor se interpuso en su camino para cerrarle el paso.

23. Cuando el asna vio que el ángel del Señor estaba en medio del camino con una espada en la mano, se apartó del camino y se fue por el campo; pero Balaam la golpeó para hacerla volver al camino.

24. Luego el ángel del Señor se paró en un lugar estrecho, donde el camino pasaba entre viñedos y tenía paredes de piedra a ambos lados.

25. Cuando el asna vio al ángel del Señor, se recostó contra una de las paredes, oprimiéndole la pierna a Balaam. Entonces Balaam le volvió a pegar.

26. Pero el ángel del Señor se adelantó a ellos y se detuvo en un lugar muy estrecho, donde no podía uno apartarse ni a un lado ni a otro.

27. Cuando el asna vio al ángel del Señor se echó al suelo. Entonces Balaam se enojó y la azotó con una vara.

28. En ese momento hizo el Señor que el asna hablase y le dijera a Balaam:–¿Qué te he hecho? Con esta van tres veces que me pegas.

29. –Te estás burlando de mí –le respondió Balaam–. Si tuviera a mano un cuchillo, ahora mismo te mataría.

30. Pero el asna le dijo:–Yo soy el asna que tú has montado toda tu vida, y bien sabes que nunca me he portado así contigo.–Es verdad –respondió Balaam.

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