Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Números 16:11-26 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

11. Realmente Aarón no es nadie para que habléis mal de él; es contra el Señor contra quien tú y tus compañeros os habéis rebelado.

12. Luego Moisés mandó llamar a Datán y Abiram, hijos de Eliab, pero ellos respondieron:–No queremos ir.

13. ¿Te parece poco habernos sacado de un país donde la leche y la miel corren como el agua, para hacernos morir en el desierto, que además quieres ser nuestro jefe supremo?

14. Tú no nos has llevado a ningún país donde la leche y la miel corren como el agua, ni nos has dado campos ni viñedos. ¿Quieres que todos se dejen llevar como si fueran ciegos? No, no iremos a verte.

15. Entonces Moisés se enojó mucho, y dijo al Señor:–¡No aceptes sus ofrendas! Yo no les he quitado ni siquiera un asno, y tampoco he hecho mal a ninguno de ellos.

16. Después Moisés dijo a Coré:–Presentaos mañana, tú y tus compañeros, delante del Señor. Aarón también estará allí.

17. Que cada uno lleve su incensario y le ponga incienso. Tú y Aarón llevaréis también vuestros incensarios, y los pondréis, junto con los otros doscientos cincuenta, delante del Señor.

18. Entonces cada uno tomó su incensario, le puso brasas e incienso y se colocó, junto con Moisés y Aarón, delante de la tienda del encuentro.

19. Coré ya había reunido contra ellos a todo el pueblo frente a la tienda del encuentro. La gloria del Señor se apareció entonces ante todo el pueblo,

20. y el Señor dijo a Moisés y Aarón:

21. –¡Apartaos de ese pueblo, que voy a destruirlo en un momento!

22. Pero ellos, inclinándose hasta tocar el suelo con la frente, dijeron:–Oh Dios, tú que das la vida a todos los hombres, ¿vas a enojarte con todo el pueblo por el pecado de un solo hombre?

23. El Señor respondió a Moisés:

24. –Diles a todos los israelitas que se aparten de la tienda donde están Coré, Datán y Abiram.

25. Moisés se levantó, seguido por los ancianos de Israel, y fue a donde estaban Datán y Abiram.

26. Entonces dijo al pueblo:–Apartaos de las tiendas de esos hombres perversos y no toquéis nada de lo que les pertenece, no vaya a ser que también vosotros muráis por su pecado.

Leer capítulo completo Números 16