Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Levítico 22:13-28 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

13. Pero si es viuda o divorciada, y no tiene hijos, y vuelve a la casa de su padre como cuando era soltera, podrá comer de los alimentos de su padre. Por lo demás, ningún extraño al sacerdocio podrá comerlos.

14. “Si alguien come involuntariamente de las cosas sagradas, tendrá que restituir al sacerdote lo que se comió, más una quinta parte;

15. pero los sacerdotes no deben permitir que los israelitas profanen las cosas sagradas que se ofrecen al Señor,

16. ni que carguen con la maldad de su pecado por comer de las cosas sagradas. Yo soy el Señor, que los ha consagrado.”

17. El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

18. “Habla con Aarón y sus hijos, y con todos los israelitas, y diles esto: Si alguno de los israelitas o de los extranjeros que vivan entre ellos presenta al Señor un animal en holocausto, ya sea en cumplimiento de una promesa o como ofrenda voluntaria,

19. deberá presentar un macho sin defecto para que le sea aceptado. Podrá ser un toro, un cordero o un chivo,

20. pero no un animal con defecto, porque no le será aceptado.

21. “Cualquiera que presente al Señor un sacrificio de reconciliación, ya sea en cumplimiento de una promesa o como ofrenda voluntaria, deberá ofrecer toros u ovejas sin defecto para que le sean aceptados.

22. No presentéis al Señor animales ciegos, o lastimados, o mancos, o con verrugas, sarna o erupciones en la piel, ni los deis para ser quemados como ofrendas en el altar del Señor.

23. Como ofrenda voluntaria podrás ofrecer un toro o un carnero que tenga las patas disparejas, pero en cumplimiento de una promesa no te será aceptado.

24. Tampoco presentaréis al Señor animales con los testículos heridos, golpeados, arrancados o cortados. No practiquéis estas cosas en vuestra tierra.

25. Tampoco recibáis de un extranjero estos animales como alimento para vuestro Dios, porque son animales con defecto y no os serán aceptados.”

26. El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

27. “Cuando nazca un ternero, un cordero o un cabrito, deberá quedarse al lado de su madre durante siete días, pero a partir del octavo día podrá ser aceptado para quemarlo como ofrenda al Señor.

28. “No mates en el mismo día a una vaca o una oveja y a su cría.

Leer capítulo completo Levítico 22