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Jueces 9:27-47 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

27. los cuales salieron al campo a vendimiar, e hicieron vino y celebraron una gran fiesta, comiendo y bebiendo en el templo de sus dioses y maldiciendo a Abimélec.

28. Y Gáal decía: “¿Quién se cree ser este Abimélec? No es más que un hijo de Jerubaal, y Zebul es su ayudante. Y nosotros, los de Siquem, ¿quiénes somos para andar como esclavos delante de ellos? Seamos esclavos de Hamor, el fundador de Siquem, pero no de Abimélec.

29. ¡Ah si yo fuera vuestro jefe, en seguida me desharía de Abimélec!” Además dijo: “¡Anda, Abimélec, reúne tu ejército y ven a pelear!”

30. Cuando Zebul, gobernador de la ciudad, se enteró de lo que andaba diciendo Gáal, se puso furioso

31. y envió el siguiente mensaje a Abimélec, que estaba en Arumá: “Gáal, el hijo de Ébed, ha venido con sus hermanos a Siquem, y están predisponiendo a la gente de la ciudad contra ti.

32. Por lo tanto, sal de noche con tus soldados y escondeos en el campo.

33. Por la mañana, al salir el sol, ataca la ciudad, y cuando Gáal y su gente salgan a pelear contigo, haz con él lo que creas más conveniente.”

34. Así pues, Abimélec y toda su gente salieron de noche y se escondieron alrededor de Siquem, repartidos en cuatro grupos.

35. Cuando Gáal salió a la puerta de la ciudad, Abimélec y su gente salieron de sus escondites.

36. Al verlos, Gáal dijo a Zebul:–¡Mira, de los cerros está bajando un ejército!–No –le contestó Zebul–. Solo son las sombras de los cerros, que a ti te parecen gente.

37. Pero Gáal siguió diciendo:–¡También de la colina que llaman Ombligo de la Tierra está bajando un ejército! ¡Y otro grupo viene por el camino de la Encina de los Adivinos!

38. –¡Habla ahora, fanfarrón! –le dijo Zebul–. ¡Tú, que decías que Abimélec no era nadie para que fuéramos sus esclavos! Ahí está el ejército que te parecía poca cosa. ¡Anda, sal ahora a pelear contra ellos!

39. Gáal salió al frente de la gente de Siquem a pelear contra Abimélec.

40. Pero Abimélec le persiguió, y Gáal huyó de él. Hasta en la puerta misma de la ciudad hubo muchos muertos.

41. Abimélec se quedó en Arumá, y Zebul arrojó de Siquem a Gáal y sus hermanos.

42. Al día siguiente, los de Siquem salieron al campo. Abimélec, al enterarse de ello,

43. dividió su ejército en tres grupos y se escondió en el campo; y cuando vio que los de Siquem salían de la ciudad, salió de su escondite y los atacó.

44. Él y su grupo se lanzaron a tomar la puerta de la ciudad, mientras los otros dos grupos atacaban y mataban a los que andaban por el campo;

45. y el resto del día lo pasó Abimélec atacando a Siquem, hasta que la tomó. Entonces destruyó la ciudad y mató a todos sus habitantes, y la ciudad misma la sembró de sal.

46. Cuando los de Migdal-siquem se enteraron de lo que había hecho Abimélec, fueron a refugiarse en la fortaleza del templo de El-berit.

47. Y al saber Abimélec que todos estaban allí reunidos,

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