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Jueces 7:2-17 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

2. El Señor dijo a Gedeón: “Traes tanta gente contigo que, si hago que los israelitas derroten a los madianitas, van a alardear delante de mí creyendo que se han salvado ellos mismos.

3. Por eso, di a la gente que cualquiera que tenga miedo puede irse a su casa.”De este modo Gedeón los puso a prueba, y se fueron veintidós mil hombres, quedándose diez mil.

4. Pero el Señor insistió: “Son muchos todavía. Llévalos a tomar agua, y allí yo los pondré a prueba y te diré quiénes irán contigo y quiénes no.”

5. Gedeón llevó entonces a la gente a beber agua, y el Señor le dijo: “Separa a los que beban agua con las manos lamiéndola como perros, de aquellos que se arrodillen para beber.”

6. Los que bebieron agua llevándola con las manos a la boca y lamiéndola como perros fueron trescientos. Todos los demás se arrodillaron para beber.

7. Entonces el Señor dijo a Gedeón: “Con esos trescientos hombres voy a salvaros y a derrotar a los madianitas. Todos los demás pueden irse.”

8. Gedeón mandó entonces que todos los demás regresaran a sus tiendas; pero antes de que se fueran les recogió los cántaros y los cuernos de carnero. Tan solo se quedó con los trescientos hombres escogidos, acampando más arriba de los madianitas, que estaban en el valle.

9. Aquella noche el Señor ordenó a Gedeón: “Levántate y baja a atacar a los madianitas, pues los voy a entregar en tus manos.

10. Pero si tienes miedo de atacarlos, baja antes al campamento con Purá, tu criado,

11. y escucha lo que digan. Después te sentirás con más ánimo para atacarlos.”Entonces Gedeón bajó con Purá, su criado, hasta los puestos avanzados del campamento enemigo.

12. Los madianitas, los amalecitas y la gente del oriente se habían esparcido por el valle como una plaga de langostas. Tenían tantos camellos como arena hay a la orilla del mar.

13. Al acercarse Gedeón al campamento enemigo, oyó que un soldado le contaba a otro un sueño que había tenido. Le decía:–Soñé que un pan de cebada venía rodando hasta nuestro campamento, y que chocaba contra una tienda y la hacía caer.

14. Su compañero le contestó:–Eso no es otra cosa que la espada de Gedeón, hijo de Joás, el israelita. Dios va a entregar en manos de Gedeón a los madianitas y a todo su campamento.

15. Al oir cómo se había contado e interpretado el sueño, Gedeón adoró al Señor. Después volvió al campamento israelita y ordenó:–¡Arriba, que el Señor va a entregarnos el campamento madianita!

16. En seguida dividió sus trescientos hombres en tres grupos, y les dio cuernos de carnero a todos y unos cántaros vacíos que llevaban dentro antorchas encendidas.

17. Y les dijo:–Cuando llegue yo al otro lado del campamento enemigo, fijaos en mí y haced lo mismo que yo haga.

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