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Jueces 6:25-35 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

25. Aquella misma noche, el Señor dijo a Gedeón:–Toma un toro del ganado de tu padre, el segundo toro, el de siete años, y derriba el altar de Baal que tiene tu padre. Derriba también el árbol sagrado que está junto al altar de Baal,

26. y en lo alto de esa fortaleza construye un altar al Señor tu Dios. Toma luego el toro, el segundo, y ofrécemelo como holocausto, usando para ello la leña del árbol sagrado que habrás derribado.

27. Entonces Gedeón tomó a diez de sus sirvientes e hizo todo lo que el Señor le había mandado; solo que no lo hizo de día, sino durante la noche, por miedo a la familia de su padre y a los hombres de la ciudad.

28. A la mañana siguiente, cuando la gente de la ciudad se levantó, se encontró con que el altar de Baal había sido derribado, lo mismo que el árbol sagrado que estaba junto al altar, y que, además, un toro había sido ofrecido en holocausto sobre el nuevo altar.

29. Unos a otros se preguntaban: “¿Quién habrá hecho esto?”Cuando, después de mucho buscar y preguntar, supieron que lo había hecho Gedeón, el hijo de Joás, fueron y dijeron a Joás:

30. –Saca a tu hijo, que lo vamos a matar. ¡Ha derribado el altar de Baal y el árbol sagrado que estaba junto al altar!

31. Pero Joás respondió a quienes le rodeaban:–¿Acaso vais a defender a Baal y a pelear a su favor? ¡Pues que muera antes del amanecer cualquiera que defienda a Baal! Si Baal es Dios, dejadle que se defienda solo puesto que el altar derribado era suyo.

32. Desde entonces comenzaron a llamar Jerubaal a Gedeón, y decían: “Que Baal se defienda de él”, pues Gedeón había derribado el altar de Baal.

33. Entonces todos los madianitas, los amalecitas y la gente del oriente se juntaron, cruzaron el río Jordán y acamparon en el valle de Jezreel.

34. Pero el espíritu del Señor se adueñó de Gedeón, y este tocó un cuerno de carnero para que se le unieran los del clan de Abiézer;

35. además mandó mensajeros para llamar a toda la tribu de Manasés a que se le uniera. Asimismo envió mensajeros a llamar a las tribus de Aser, Zabulón y Neftalí, que también salieron a reunirse con él.

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