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Jueces 19:18-29 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

18. El levita respondió:–Estamos de paso. Venimos de Belén de Judá y vamos a la parte más lejana de los montes de Efraín, donde yo vivo. Estuve en Belén, y ahora voy de regreso a casa, pero no he encontrado aquí a nadie que me dé alojamiento.

19. Tenemos paja y forraje para mis asnos, y pan y vino para nosotros, es decir, para mi mujer, para mi siervo y para mí. No nos falta nada.

20. Pero el anciano le respondió:–Sé bienvenido. Yo me haré cargo de todo lo que necesites. No voy a permitir que pases la noche en la plaza.

21. El anciano los llevó a su casa, y mientras los viajeros se lavaban los pies, y comían y bebían, él dio de comer a los asnos.

22. En el momento en que más contentos estaban, unos hombres pervertidos de la ciudad rodearon la casa, y empezaron a golpear la puerta y a decirle al anciano, dueño de la casa:–¡Saca al hombre que tienes de visita! ¡Queremos acostarnos con él!

23. Pero el dueño de la casa les rogó:–¡No, amigos míos, por favor! ¡No cometáis tal perversidad, pues este hombre es mi huésped!

24. Mirad, ahí está mi hija, que todavía es virgen. Y también está la concubina de este hombre. Voy a sacarlas para que las humilléis y hagáis con ellas lo que queráis. Pero con este hombre no cometáis tal perversidad.

25. Pero ellos no hicieron caso al anciano, así que el levita tomó a su concubina y la echó a la calle, y aquellos hombres la violaron y abusaron de ella toda la noche, hasta que amaneció. Entonces la dejaron.

26. Ya estaba amaneciendo cuando la mujer regresó a la casa del anciano, donde estaba su marido, y cayó muerta delante de la puerta.

27. Cuando su marido se levantó y abrió la puerta para seguir su camino, se encontró a su concubina tendida ante el umbral de la puerta, con las manos sobre el umbral.

28. Entonces le dijo:–Levántate y vámonos.Pero ella no respondió. Entonces él colocó el cadáver sobre un asno y se puso en camino hacia su casa.

29. Al llegar tomó un cuchillo, descuartizó el cadáver de su concubina en doce pedazos y los mandó por todo el territorio de Israel.

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