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Jueces 16:1-14 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

1. Un día Sansón fue a la ciudad de Gaza. Allí vio a una prostituta, y entró en su casa para pasar la noche con ella.

2. Cuando los de Gaza supieron que Sansón estaba en la ciudad, la rodearon y se quedaron vigilando las puertas de la ciudad todo aquel día. Por la noche se fueron a descansar, pensando que lo matarían cuando amaneciera.

3. Pero Sansón estuvo acostado sólo hasta la medianoche. A esa hora se levantó, arrancó las puertas de la ciudad junto con sus pilares y su tranca, y echándose todo ello al hombro se lo llevó a lo alto del monte que está frente a Hebrón.

4. Después Sansón se enamoró de una mujer llamada Dalila, que vivía en el valle de Sorec.

5. Los jefes de los filisteos fueron a ver a Dalila, y le dijeron:–Engaña a Sansón y averigua de dónde le vienen sus fuerzas extraordinarias, y cómo podríamos vencerle; así podremos atarle y tenerle sujeto. A cambio de tus servicios, cada uno de nosotros te dará mil cien monedas de plata.

6. Entonces ella dijo a Sansón:–Por favor, dime de dónde te vienen esas fuerzas extraordinarias. ¿Hay algún modo de atarte sin que te puedas soltar?

7. Sansón le respondió:–Si me atan con siete cuerdas de arco que todavía no estén secas, perderé mi fuerza y seré un hombre común y corriente.

8. Los jefes de los filisteos llevaron a Dalila siete cuerdas de arco nuevas, y con ellas Dalila ató a Sansón.

9. Y como ya antes había escondido a unos hombres en su cuarto, gritó:–¡Sansón, te atacan los filisteos!Entonces Sansón rompió las cuerdas como si fueran un cordón quemado. Y los filisteos no pudieron averiguar de dónde le venía su fuerza.

10. Dalila le dijo:–¡Me engañaste! ¡Me has estado mintiendo! Pero ahora sí, por favor, dime qué hay que hacer para atarte.

11. Sansón le respondió:–Si me atan con sogas nuevas que nunca se hayan usado, perderé mi fuerza y seré un hombre común y corriente.

12. Entonces Dalila tomó unas sogas nuevas, lo ató con ellas y gritó:–¡Sansón, te atacan los filisteos!También esta vez ella había escondido unos hombres en su cuarto; pero Sansón rompió las sogas como si fueran hilos delgados.

13. Dalila dijo a Sansón:–¡Todavía me sigues engañando! ¡Todavía me estás mintiendo! ¡Dime qué hay que hacer para atarte!Y Sansón le contestó:–Lo que tienes que hacer es entretejer siete trenzas de mi cabello con la tela del telar, y clavar bien la estaca en el suelo. Así yo perderé mi fuerza y seré un hombre común y corriente.Entonces Dalila hizo dormir a Sansón, y tomando las siete trenzas de su cabello las entretejió con la tela del telar,

14. después de lo cual clavó bien la estaca en el suelo y gritó:–¡Sansón, te atacan los filisteos!Pero Sansón se levantó y arrancó del suelo la estaca y el telar.

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