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Josué 24:14-27 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

14. –Por todo esto, respetad al Señor y servidle con sinceridad y lealtad. Apartaos de los dioses que vuestros antepasados adoraron a orillas del río Éufrates y en Egipto, y servid al Señor.

15. Pero si no queréis servir al Señor, elegid hoy a quién vais a servir: si a los dioses a los que vuestros antepasados servían a orillas del Éufrates, o a los dioses de los amorreos que viven en esta tierra. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor.

16. Entonces el pueblo dijo:–¡No permita el Señor que le abandonemos por servir a otros dioses!

17. El Señor fue quien nos sacó, a nosotros y a nuestros antepasados, de Egipto, donde éramos esclavos. Él fue quien hizo tantas maravillas delante de nuestros ojos, y quien nos protegió y nos defendió durante el camino, cuando pasamos entre tantos pueblos.

18. Él echó de delante de nosotros a todos los pueblos que estaban en nuestro camino, y a los amorreos que vivían aquí. Por todo esto, nosotros también serviremos al Señor, pues él es nuestro Dios.

19. Pero Josué les dijo:–Vosotros no podréis servir al Señor, porque él es un Dios santo y celoso que no tolerará vuestras rebeliones y pecados.

20. Si le abandonáis y servís a otros dioses, el Señor responderá haciéndoos mal, y os destruirá a pesar de haberos hecho tanto bien.

21. El pueblo le contestó:–Eso no sucederá. Nosotros serviremos al Señor.

22. Entonces Josué dijo:–Vosotros sois vuestros propios testigos de que habéis escogido servir al Señor.–Lo somos –respondieron ellos.

23. Les dijo Josué:–Quitad entonces todos los demás dioses que hay entre vosotros, y volveos de todo corazón al Señor y Dios de Israel.

24. Y el pueblo respondió:–Nosotros serviremos al Señor nuestro Dios y haremos lo que él nos diga.

25. Aquel mismo día, allí, en Siquem, Josué hizo un pacto con el pueblo, y les dio leyes y decretos,

26. que escribió en el libro de la ley de Dios. Después tomó una gran piedra y la puso debajo de la encina que estaba en el santuario del Señor,

27. y dijo a todo el pueblo:–Esta piedra va a servirnos de testimonio, pues ella es testigo de todo lo que el Señor nos ha dicho. Será un testimonio contra vosotros, para que no seáis falsos con vuestro Dios.

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