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Job 1:3-13 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

3. y era dueño de siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes y quinientas asnas. Tenía también un gran número de esclavos. Era el hombre más rico de todo el oriente.

4. Los hijos de Job acostumbraban celebrar banquetes en casa de cada uno de ellos, por turno, y siempre invitaban a sus tres hermanas.

5. Terminados los días del banquete, Job llamaba a sus hijos, y levantándose de mañana ofrecía holocaustos por cada uno de ellos, para purificarlos de su pecado. Esto lo hacía Job siempre, pensando que sus hijos podían haber pecado maldiciendo a Dios en su interior.

6. Un día en que debían presentarse ante el Señor sus servidores celestiales, se presentó también el ángel acusador entre ellos.

7. El Señor le preguntó:–¿De dónde vienes?El acusador respondió:–He andado recorriendo la tierra de un lado a otro.

8. Entonces le dijo el Señor:–¿Te has fijado en mi siervo Job? No hay nadie en la tierra como él, que me sirva tan fielmente y viva una vida tan recta y sin tacha, cuidando de no hacer mal a nadie.

9. El acusador contestó:–Pues no de balde te sirve con tanta fidelidad.

10. Tú no dejas que nadie le toque, ni a él ni a su familia ni a nada de lo que tiene; bendices todo lo que hace y es el hombre más rico en ganado de todo el país.

11. Pero quítale lo que posee y verás cómo te maldice en la cara.

12. El Señor respondió al acusador:–Está bien. Haz lo que quieras con todas las cosas de Job, con tal que a él mismo no le hagas ningún daño.Entonces el acusador se retiró de la presencia del Señor.

13. Un día, mientras los hijos y las hijas de Job estaban celebrando un banquete en casa del hermano mayor,

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