Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Jeremías 7:2-18 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

2. “Ponte a la entrada del templo del Señor y da a conocer allí este mensaje: ‘Habitantes todos de Judá, que entráis por estas puertas a adorar al Señor, escuchad este mensaje

3. del Señor todopoderoso, el Dios de Israel: Mejorad vuestra vida y vuestras obras, y yo os dejaré seguir viviendo en esta tierra.

4. No confiéis en esos que os engañan diciendo: ¡Aquí está el templo del Señor, aquí está el templo del Señor!

5. ‘Si mejoráis vuestra vida y vuestras obras; si sois justos los unos con los otros;

6. si no explotáis a los extranjeros, a los huérfanos y a las viudas; si no matáis a gente inocente en este lugar ni dais culto a otros dioses, con lo que vosotros mismos os perjudicaríais,

7. yo os dejaré seguir viviendo aquí, en la tierra que di para siempre a vuestros antepasados.

8. ‘Vosotros confiáis en palabras engañosas que no os sirven de nada.

9. Robáis, matáis, cometéis adulterio, juráis en falso, ofrecéis incienso a Baal, dais culto a dioses con los que nada tenéis que ver,

10. y después venís a este templo que me está dedicado, a presentaros ante mí. Creéis que aquí estáis seguros; creéis que podéis seguir haciendo esas cosas que yo no soporto.

11. ¿Acaso pensáis que este templo que me está dedicado es una cueva de ladrones? Yo he visto todo eso. Yo, el Señor, lo afirmo.

12. Id a mi santuario de Siló, el primer lugar que escogí para residir, y ved lo que hice con él por la maldad de mi pueblo Israel.

13. Y aunque una y otra vez os he advertido acerca de vuestra conducta, no habéis querido obedecerme, y ni siquiera me habéis respondido. Yo, el Señor, lo afirmo.

14. Por eso, lo mismo que hice con el santuario de Siló, voy a hacerlo con este templo que me está dedicado, y que yo os di a vosotros y a vuestros antepasados, y en el cual confiáis.

15. Os arrojaré de mi presencia como antes arrojé a vuestros hermanos, los descendientes de Efraín.’

16. “Tú, Jeremías, no ores por este pueblo, no me ruegues ni me supliques por ellos. No me insistas, porque no te escucharé.

17. ¿No ves lo que hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén?

18. Los hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego y las mujeres preparan la masa para hacer tortas y ofrecerlas a la diosa que llaman Reina del Cielo. Me ofenden, además, ofreciendo vino a dioses extraños.

Leer capítulo completo Jeremías 7