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Jeremías 7:12-25 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

12. Id a mi santuario de Siló, el primer lugar que escogí para residir, y ved lo que hice con él por la maldad de mi pueblo Israel.

13. Y aunque una y otra vez os he advertido acerca de vuestra conducta, no habéis querido obedecerme, y ni siquiera me habéis respondido. Yo, el Señor, lo afirmo.

14. Por eso, lo mismo que hice con el santuario de Siló, voy a hacerlo con este templo que me está dedicado, y que yo os di a vosotros y a vuestros antepasados, y en el cual confiáis.

15. Os arrojaré de mi presencia como antes arrojé a vuestros hermanos, los descendientes de Efraín.’

16. “Tú, Jeremías, no ores por este pueblo, no me ruegues ni me supliques por ellos. No me insistas, porque no te escucharé.

17. ¿No ves lo que hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén?

18. Los hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego y las mujeres preparan la masa para hacer tortas y ofrecerlas a la diosa que llaman Reina del Cielo. Me ofenden, además, ofreciendo vino a dioses extraños.

19. Pero más que ofenderme a mí, se ofenden a sí mismos, para su propia vergüenza. Yo, el Señor, lo afirmo.

20. Por eso yo, el Señor, os aseguro que voy a descargar toda mi ira contra este lugar y contra la gente, y aun contra los animales, los árboles del campo y las cosechas. Será como un incendio que no se apagará.”

21. El Señor todopoderoso, el Dios de Israel, dice a su pueblo: “Ofreced todos los holocaustos y sacrificios que queráis, y comed esa carne.

22. Pero cuando yo saqué a vuestros antepasados de Egipto, nada les dije ni ordené acerca de holocaustos y sacrificios.

23. Lo que sí les ordené fue que me obedecieran; pues así yo sería su Dios y ellos serían mi pueblo. Y les dije que se portaran como yo les había ordenado, para que les fuera bien.

24. Pero no me obedecieron ni me hicieron caso, sino que tercamente se dejaron llevar por las malas inclinaciones de su corazón; y en vez de volverse a mí, me volvieron la espalda.

25. Desde que vuestros antepasados salieron de Egipto, y hasta ahora, yo os envié uno tras otro a todos mis siervos los profetas.

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