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Jeremías 29:12-26 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

12. Entonces me invocaréis; vendréis a mí en oración, y yo os escucharé.

13. Me buscaréis y me encontraréis, porque me buscaréis de todo corazón.

14. Sí, yo dejaré que me encontréis y haré que cambie vuestra suerte: os sacaré de todas las naciones y de todos los lugares por donde os dispersé, os reuniré y haré que volváis a este lugar de donde os desterré. Yo, el Señor, lo afirmo.’

15. “Pero decís: ‘El Señor nos ha dado profetas en Babilonia.’

16. (El Señor dice acerca del rey que ocupa el trono de David y acerca de los habitantes de esta ciudad, parientes vuestros que no fueron llevados con vosotros al destierro:

17. ‘Yo, el Señor todopoderoso, digo: Voy a enviarles guerra, hambre y peste. Voy a hacer que queden como esos higos podridos que de tan malos no se pueden comer.

18. Los voy a perseguir con guerra, hambre y peste. Haré que todas las naciones de la tierra sientan horror al verlos, y los convertiré en ejemplo de maldición y vergüenza, en algo que causará horror y espanto en todas las naciones por donde yo los haya dispersado.

19. Porque no hicisteis caso a las advertencias que os comuniqué por medio de mis siervos los profetas, a quienes una y otra vez envié y no los escuchasteis. Yo, el Señor, lo afirmo.

20. Obedeced, pues, a mi palabra, todos vosotros, los que hice desterrar de Jerusalén a Babilonia.’)

21. “El Señor todopoderoso, el Dios de Israel, dice acerca de Ahab, hijo de Colaías, y acerca de Sedequías, hijo de Maaseías, quienes os dicen cosas falsas en el nombre del Señor: ‘Voy a hacer que caigan en poder del rey Nabucodonosor de Babilonia, y él los matará delante de vosotros.

22. Así, cuando los desterrados de Judá que están en Babilonia quieran maldecir a alguno, dirán: Que el Señor haga contigo como hizo con Sedequías y Ahab, a quienes el rey de Babilonia asó al fuego.

23. Eso les va a suceder por haber hecho cosas infames en Israel: cometieron adulterio con las mujeres de sus prójimos y dijeron en mi nombre cosas falsas que yo no les ordené que dijeran. Yo lo sé, y me consta. Yo, el Señor, lo afirmo.’ ”

24. El Señor ordenó a Jeremías que dijera a Semaías de Nehelam:

25. “El Señor todopoderoso, el Dios de Israel, dice: ‘Tú enviaste en tu propio nombre una carta a todo el pueblo que está en Jerusalén, y al sacerdote Sofonías, hijo de Maaseías, y a todos los demás sacerdotes. En la carta decías a Sofonías:

26. El Señor te ha puesto como sacerdote en lugar de Joiadá, para que seas el inspector mayor del templo. Si se presenta un loco y empieza a hablar como profeta, tú debes ponerlo en el cepo y atarlo con cadenas.

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