21. –Estos hombres son nuestros amigos. Van a vivir y hacer negocios en este lugar, pues hay suficiente terreno para ellos; nosotros podremos casarnos con sus hijas y ellos podrán casarse con las nuestras.
22. Pero, para que seamos un solo pueblo, ellos aceptan vivir con nosotros solamente con esta condición: que todos nuestros varones se circunciden, tal como ellos acostumbran.
23. Todas sus pertenencias y todos sus animales serán nuestros. Solo tenemos que decir sí, y ellos se quedarán a vivir con nosotros.
24. Todos los hombres de la ciudad que estaban en edad militar estuvieron de acuerdo con Hamor y con su hijo Siquem, y fueron circuncidados.
25. Pero Simeón y Leví, hijos de Jacob y hermanos de Dina, fueron a la ciudad al tercer día, cuando los hombres todavía tenían los dolores de la circuncisión, y espada en mano los mataron a todos, pues no encontraron resistencia.
26. A filo de espada mataron a Hamor y a su hijo Siquem; luego sacaron a Dina de la casa de Siquem, y se fueron.
27. Llegaron también los otros hijos de Jacob, y pasando sobre los muertos saquearon el pueblo para vengar la deshonra de su hermana.
28. Se llevaron ovejas, vacas, asnos y todo lo que había en la ciudad y en el campo;
29. robaron todo lo que había en las casas, y se llevaron prisioneros a todos los niños y mujeres.
30. Entonces Jacob dijo a Simeón y Leví:–Me habéis puesto en un aprieto. Ahora los habitantes de este lugar, los cananeos y ferezeos, me van a odiar. Se juntarán contra mí y me atacarán, y como tengo muy pocos hombres, nos matarán a mí y a mi familia.