2. Mientras aquella voz me hablaba, entró en mí el poder de Dios, e hizo que me pusiera de pie. Entonces oí que la voz que me hablaba
3. seguía diciendo: “A ti, hombre, te voy a enviar a los israelitas, un pueblo desobediente que se ha rebelado contra mí. Ellos y sus antepasados se han levantado contra mí hasta este mismo día.
4. También sus hijos son tercos y de cabeza dura. Por eso te voy a enviar a ellos, para que les digas: ‘Esto dice el Señor.’
5. Y ya sea que te hagan caso o no, pues son gente rebelde, sabrán que hay un profeta en medio de ellos.