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Deuteronomio 3:5-21 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

5. Todas ellas estaban fortificadas con altos muros, puertas y barras, sin contar muchas otras ciudades que no tenían murallas.

6. Las destinamos a la destrucción, tal como lo habíamos hecho con Sihón, rey de Hesbón, y acabamos con hombres, mujeres y niños,

7. quedándonos solo con los animales y las cosas de valor de nuestros enemigos.

8. “Así pues, en aquel tiempo cayeron en nuestro poder los territorios de los dos reyes amorreos que vivían al este del río Jordán, desde el río Arnón hasta el monte Hermón.

9. (A este monte los sidonios lo llaman Sirión, y los amorreos, Senir.)

10. Todas las ciudades de la meseta, todo Galaad y Basán, hasta Salcá y Edrei, ciudades que pertenecían al reino de Og, en Basán, cayeron en nuestras manos.

11. (El rey Og era el único que quedaba de los refaítas; su cama, que era de hierro, medía cuatro metros de largo por casi dos de ancho, como puede verse todavía en la ciudad amonita de Rabá.)

12. “Del territorio que ocupamos, en aquella ocasión entregué a las tribus de Rubén y de Gad el territorio que va desde Aroer, a orillas del río Arnón, hasta la mitad de los montes de Galaad, con sus ciudades.

13. La parte restante de Galaad, toda la región de Basán que había pertenecido al reino de Og, y toda la región de Argob, conocida como la tierra de los refaítas, se las di a la media tribu de Manasés.

14. (Jaír, descendiente de Manasés, se apoderó de la región de Argob hasta el límite de los territorios de Guesur y Maacá, y puso su propio nombre a Basán, llamándole Havot-jaír, que es el nombre que todavía tiene.)

15. A Maquir le di la región de Galaad,

16. y a las tribus de Rubén y de Gad les di la región comprendida entre Galaad y el río Arnón, teniendo por límite el centro del valle, y hasta el río Jaboc, que es la frontera de los amonitas.

17. Hacia el oriente les di el Arabá, en la falda oriental del monte Pisgá, región que tiene como límite el río Jordán y que va del lago Quinéret hasta el mar de Arabá, que es el Mar Muerto.

18. “En aquella ocasión os di esta orden: ‘El Señor vuestro Dios os entrega este país en propiedad. Que todos los que sepan pelear tomen las armas y marchen al frente de sus compatriotas israelitas.

19. Solo se quedarán, en las ciudades que os he dado, las mujeres, los niños y el mucho ganado que yo sé que tenéis.

20. Y mientras yo, el Señor, no haya dado a vuestros hermanos la misma tranquilidad que os he dado a vosotros, ni ellos hayan tomado posesión del país que les voy a dar al otro lado del río Jordán, tampoco vosotros podréis volver al territorio que os he dado.’

21. “A Josué le di esta orden: ‘Con tus propios ojos has visto todo lo que el Señor tu Dios ha hecho con esos dos reyes; y lo mismo hará con todos los reinos por los que vas a pasar.

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