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Deuteronomio 2:17-31 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

17. el Señor me habló y me dijo:

18. ‘Hoy mismo pasarás la frontera de Moab y te dirigirás a Ar,

19. pero cuando te encuentres con los amonitas, que son también descendientes de Lot, no los molestes ni los ataques, pues no voy a darte ninguna parte de su territorio, ya que se lo he dado a ellos en propiedad.’

20. (También este país era tenido por tierra de refaítas, porque antiguamente habían vivido allí los refaítas, a quienes los amonitas llamaban zamzumitas;

21. se trataba de un pueblo grande y numeroso, y de gente alta como los descendientes del gigante Anac, pero el Señor los destruyó por mano de los amonitas, los cuales se quedaron a vivir para siempre en el país.

22. Este caso es semejante al de los descendientes de Esaú, que habitaban en Seír y que exterminaron a los horeos para quedarse a vivir allí.

23. Lo mismo les pasó a los heveos, que vivían en aldeas cerca de Gaza y que fueron exterminados por los filisteos, los cuales vinieron de Creta y se quedaron a vivir allí.)

24. ‘¡Vamos, dijo el Señor, poneos en marcha y cruzad el río Arnón! Yo haré caer en vuestras manos al amorreo Sihón, que es rey de Hesbón, y a su país. ¡Entrad en su territorio y declaradle la guerra!

25. A partir de hoy haré que ante vosotros todos los pueblos de la tierra se llenen de espanto. Cuando oigan hablar de vosotros, se echarán a temblar y la angustia se adueñará de ellos.’

26. “Desde el desierto de Cademot envié unos mensajeros a Sihón, rey de Hesbón, para proponerle de manera amistosa lo siguiente:

27. ‘Pienso pasar por tu territorio, siguiendo siempre el camino principal y sin tocar ningún otro punto de tu país.

28. Te pagaremos con dinero los alimentos que necesitemos y el agua que bebamos. Solamente te pido que nos dejes pasar,

29. como nos lo han permitido los descendientes de Esaú que viven en Seír, y los moabitas que viven en Ar, hasta que crucemos el río Jordán y lleguemos al país que el Señor nuestro Dios nos va a dar.’

30. “Pero el rey Sihón no quiso dejarnos pasar por su tierra, porque el Señor vuestro Dios hizo que se negara rotundamente a ello, con el fin de ponerlo en vuestras manos, como todavía lo está hoy.

31. “Entonces el Señor me dijo: ‘A partir de este momento te entrego a Sihón y a todo su país; entra ya en su territorio y apodérate de él.’

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