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Deuteronomio 1:12-29 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

12. Yo solo, sin embargo, no puedo llevar la pesada carga de atender todos vuestros problemas y pleitos.

13. Por lo tanto, escoged de cada tribu hombres sabios, inteligentes y experimentados, para que yo los ponga como jefes sobre vosotros.’

14. “Y me respondisteis: ‘Nos parece muy bien lo que propones.’

15. “Entonces tomé de cada tribu vuestra los hombres más sabios y experimentados, y les di autoridad sobre vosotros; a unos los puse al cargo de mil hombres, a otros al cargo de cien, a otros de cincuenta, a otros de diez, y a otros los puse al cargo de cada tribu.

16. Al mismo tiempo di a vuestros jueces las siguientes instrucciones: ‘Atended a todos y haced justicia, tanto a vuestros compatriotas como a los extranjeros;

17. y al dictar sentencia, no hagáis distinción entre personas: atended tanto a los humildes como a los poderosos, sin tener miedo a nadie, porque el juicio es de Dios. Y si se os presenta algún caso difícil, pasádmelo para que yo lo atienda.’

18. “En aquella ocasión os di amplias instrucciones acerca de todo lo que debíais hacer.

19. “Cuando salimos de Horeb, nos dirigimos a los montes de los amorreos, obedeciendo así las órdenes del Señor nuestro Dios. Recorrimos todo aquel grande y terrible desierto que visteis, hasta que llegamos a Cadés-barnea.

20. Allí os dije: ‘Ya hemos llegado a los montes de los amorreos, que el Señor nuestro Dios nos da.

21. El Señor vuestro Dios os entrega esta tierra. Adelante, pues, y ocupadla tal como ha dicho el Señor, el Dios de vuestros antepasados. No tengáis miedo ni os desaniméis.’

22. Pero vosotros vinisteis a decirme: ‘Será mejor que algunos de nosotros se adelanten y exploren este país, y que luego regresen a decirnos qué camino debemos seguir y en qué ciudades podemos entrar.’

23. “Lo que propusisteis me pareció bien, y entonces escogí a doce de vosotros, uno de cada tribu,

24. los cuales se encaminaron hacia la región montañosa y llegaron al valle de Escol y recorrieron toda la región.

25. Después tomaron frutos de aquella tierra y nos los trajeron, con este informe: ‘La tierra que el Señor nuestro Dios nos da, es magnífica.’

26. Pero vosotros no quisisteis ir, sino que desobedecisteis la orden que el Señor nuestro Dios os había dado,

27. y en vuestras casas os pusisteis a murmurar y a decir: ‘El Señor no nos quiere; nos sacó de Egipto tan solo para ponernos en manos de los amorreos y acabar con nosotros.

28. Y ahora, ¿a dónde vamos a ir? Nuestros compatriotas dicen que allí hay gente más poderosa y alta que nosotros, y grandes ciudades rodeadas de altísimas murallas, y que hasta vieron descendientes del gigante Anac. Todo eso nos ha desanimado por completo.’

29. “Entonces yo os respondí: ‘No os alarméis. No les tengáis miedo.

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