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Daniel 8:5-16 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

5. “Todavía estaba yo pensando en lo que había visto, cuando me di cuenta de que un chivo venía del oeste corriendo tan deprisa que ni siquiera tocaba el suelo. Este chivo tenía un gran cuerno entre los ojos,

6. y cuando llegó cerca del carnero de dos cuernos que yo había visto junto al río, lo embistió con todas sus fuerzas

7. y le rompió sus dos cuernos, sin que el carnero tuviera fuerzas para enfrentarse con él. Después el chivo derribó a tierra al carnero y lo pisoteó, sin que nadie pudiera salvarlo.

8. “El chivo se hacía cada vez más fuerte, pero en el momento en que más poder tenía, su gran cuerno se rompió y en su lugar le salieron cuatro cuernos que apuntaban a los cuatro vientos.

9. De uno de ellos salió otro cuerno pequeño, que creció mucho hacia el sur, hacia el este y hacia la Tierra de la Hermosura.

10. Tanto creció, que llegó hasta el ejército del cielo, derribó parte de las estrellas y las pisoteó,

11. y aun llegó a desafiar al jefe mismo de ese ejército; suprimió el sacrificio diario y profanó el lugar de adoración.

12. Perversamente hizo que su ejército acampara donde antes se ofrecía el sacrificio, y echó por los suelos la verdad. Hizo, en fin, todo cuanto quiso, y en todo tuvo éxito.

13. “Después oí que un ángel preguntaba a otro ángel: ‘¿Cuándo va a terminar esto que se ve en el altar del sacrificio diario? ¿Cuánto va a durar el horrible pecado de entregar el santuario del Señor y los creyentes en él, para ser pisoteados?’

14. La respuesta fue: ‘Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas. Después de eso, el santuario será purificado.’

15. “Mientras yo, Daniel, contemplaba esta visión y trataba de comprender su significado, apareció de pronto delante de mí una figura semejante a un hombre;

16. y oí una voz humana que venía del río Ulai y que decía: ‘Gabriel, explícale la visión a este hombre.’

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