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Daniel 1:1-16 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

1. Durante el tercer año del reinado de Joaquim, rey de Judá, el rey Nabucodonosor de Babilonia llegó a Jerusalén y rodeó con su ejército la ciudad.

2. El Señor dejó que Nabucodonosor capturase a Joaquim y que cayera también en su poder gran parte de los utensilios del templo de Dios. Nabucodonosor se llevó los prisioneros a Babilonia y puso los utensilios sagrados en el tesoro del templo de sus dioses.

3. Además, ordenó a Aspenaz, jefe del servicio de palacio, que de entre los israelitas de familia real y de familias distinguidas trajera

4. jóvenes bien parecidos, sin ningún defecto físico, cultos e inteligentes, entendidos en todos los campos del saber y aptos para servir en el palacio real. A ellos se les enseñaría el lenguaje y la literatura de los caldeos.

5. Nabucodonosor ordenó también que a esos jóvenes se les diera todos los días de los mismos alimentos y vinos que a él le servían, y que los educaran durante tres años, al cabo de los cuales quedarían a su servicio.

6. Entre aquellos jóvenes estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de la tribu de Judá,

7. a quienes el jefe del servicio de palacio les cambió el nombre: a Daniel lo llamó Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac, y a Azarías, Abed-negó.

8. Pero Daniel se propuso no contaminarse con la comida y el vino del rey; pidió, pues, al jefe del servicio de palacio que no le obligara a contaminarse con tales alimentos.

9. Por obra de Dios, el jefe del servicio de palacio miró con buenos ojos a Daniel,

10. pero le dijo:–Tengo miedo de mi señor el rey. Él me ha dicho lo que vosotros debéis comer y beber, y si os ve con peor aspecto que los otros jóvenes, seréis la causa de que el rey me condene a muerte.

11. Daniel habló entonces con el mayordomo a quien el jefe del servicio de palacio había encargado el cuidado de Daniel, Ananías, Misael y Azarías, y le dijo:

12. –Te ruego que hagas una prueba con estos tus servidores: ordena que durante diez días nos den de comer solamente legumbres, y de beber, solamente agua.

13. Pasado ese tiempo, compara nuestro aspecto con el de los jóvenes alimentados con la misma comida que se le sirve al rey, y haz entonces con nosotros según lo que veas.

14. El mayordomo estuvo de acuerdo, y durante diez días hizo la prueba con ellos.

15. Pasados los diez días, su aspecto era más sano y más fuerte que el de todos los jóvenes que comían de la comida del rey.

16. Así pues, el mayordomo se llevaba la comida y el vino que ellos tenían que comer y beber, y les servía legumbres.

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