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2 Samuel 3:21-35 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

21. Luego Abner dijo a David:–Ahora debo irme para reunir a todo Israel, para que hagan un pacto con Su Majestad, y que así Su Majestad reine conforme a sus deseos.Y David despidió a Abner, que se fue tranquilamente.

22. Joab y los seguidores de David llegaron en aquel momento de una de sus correrías, trayendo consigo un gran botín arrebatado al enemigo. Abner no estaba ya con David en Hebrón, pues se había ido tranquilamente después que David lo despidiera.

23. Al llegar Joab con todo el ejército que le acompañaba, le contaron que Abner, hijo de Ner, había estado antes con el rey, y que se había ido después que el rey lo despidiera.

24. Entonces Joab fue a ver al rey y le dijo:–¿Qué es lo que ha hecho Su Majestad? Abner ha venido a ver a Su Majestad, y Su Majestad ha dejado que se vaya.

25. ¿Acaso no sabe Su Majestad que Abner, hijo de Ner, ha venido tan sólo a engañarle, a espiar sus movimientos y a enterarse de todo lo que hace Su Majestad?

26. En cuanto Joab salió de hablar con David, envió mensajeros en busca de Abner, sin que David lo supiera, y estos le hicieron volver desde el pozo de Sirá.

27. Cuando Abner llegó a Hebrón, Joab lo llevó a un lado de la puerta de la ciudad, para hablar con él a solas, y allí le hirió de muerte en el vientre, para vengar la muerte de su hermano Asael.

28. Más tarde, cuando David lo supo, dijo: “Ante el Señor, yo y mi reino somos completamente inocentes del asesinato de Abner, hijo de Ner.

29. ¡Que caiga la culpa sobre la cabeza de Joab y sobre toda su familia, y que nunca falte en su casa quien sufra de flujo, lepra o cojera, ni quien sea asesinado o padezca hambre!”

30. Joab y Abisai mataron a Abner porque en la batalla de Gabaón Abner había matado al hermano de ellos.

31. Después, David ordenó a Joab y a todo el grupo que le acompañaba: “Rasgaos la ropa y vestíos con ropas ásperas, y guardad luto por la muerte de Abner.” El rey David marchó detrás de la camilla,

32. y enterraron a Abner en Hebrón. Allí el rey se echó a llorar a voz en cuello junto al sepulcro de Abner, y lo mismo hizo toda la gente.

33. Entonces el rey entonó este lamento por Abner:“¿Por qué tenías que morir, Abner,de manera tan absurda,

34. si no tenías atadas las manosni encadenados los pies?¡Has muerto como quien muerea manos de malhechores!”Y toda la gente siguió llorando por él.

35. Luego fueron a rogar a David que comiera algo antes de que terminase el día, pero David juró, diciendo:–¡Que Dios me castigue con dureza, si pruebo pan o alguna otra cosa antes de que se ponga el sol!

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