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2 Reyes 4:3-22 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

3. Entonces Eliseo le dijo:–Pues ve ahora y pide prestadas a tus vecinos algunas jarras, ¡todas las jarras vacías que puedas conseguir!

4. Luego métete en tu casa con tus hijos, cierra la puerta y ve llenando de aceite todas las jarras y poniendo aparte las llenas.

5. La mujer se despidió de Eliseo y se encerró con sus hijos. Entonces empezó a llenar las jarras que ellos le iban llevando.

6. Y cuando todas las jarras estuvieron llenas, ordenó a uno de ellos:–Tráeme otra jarra más.Pero su hijo le respondió:–No hay más jarras.En aquel momento el aceite dejó de correr.

7. Después fue ella y se lo contó al profeta, y este le dijo:–Ve ahora a vender el aceite y paga tu deuda. Con el resto podréis vivir tú y tus hijos.

8. Un día en que Eliseo pasaba por Sunem, una mujer importante de la ciudad le invitó con mucha insistencia a que entrara a comer; y desde entonces, siempre que Eliseo pasaba por allí se quedaba a comer.

9. Una vez, ella dijo a su marido:–Mira, yo sé que este hombre que siempre que pasa nos visita es un santo profeta de Dios.

10. Vamos a construir en la azotea un cuarto para él. Le pondremos una cama, una mesa, una silla y una lámpara. Así, cuando venga a visitarnos podrá quedarse allí.

11. Una vez en que él llegó para quedarse a dormir en aquel cuarto,

12. le dijo a Guehazí, su criado:–Llama a la señora sunamita.El criado la llamó, y ella se presentó ante Eliseo, que ordenó al criado:

13. –Dile a esta señora que ha sido tan amable con nosotros, que si podemos hacer algo por ella; que si quiere que hablemos en su favor con el rey o con el jefe del ejército.–Yo estoy bien aquí, entre mi propia gente –respondió ella.

14. –Entonces, ¿qué podemos hacer por ella?–No sé –respondió Guehazí–. No tiene hijos, y su marido es anciano.

15. –Llámala –dijo Eliseo.El criado fue a llamarla, pero ella se quedó de pie en la puerta.

16. Entonces Eliseo le dijo:–Para el año que viene, por este tiempo, tendrás un hijo en tus brazos.Ella respondió:–No, mi señor, no engañe un hombre de Dios a su servidora.

17. Pero tal como Eliseo se lo anunciara, ella quedó embarazada y al año siguiente dio a luz un hijo.

18. Y el niño creció, pero un día en que salió a ver a su padre, que estaba con los segadores,

19. comenzó a gritarle:–¡Ay, mi cabeza! ¡Me duele la cabeza!Entonces su padre dijo a un criado:–Llévalo con su madre.

20. El criado lo tomó y lo llevó a donde estaba su madre, que lo sentó sobre sus rodillas hasta el mediodía. Entonces el niño murió.

21. Pero ella lo subió al cuarto del profeta, lo puso sobre la cama y salió, dejando cerrada la puerta.

22. Luego llamó a su marido y le dijo:–Envíame un criado con una asna, para que yo vaya a ver al profeta. Luego volveré.

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