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2 Reyes 23:29-37 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

29. En su tiempo, el faraón Necao, rey de Egipto, se dirigió hacia el río Éufrates para ayudar al rey de Asiria. El rey Josías le salió al encuentro; pero en Meguido, apenas Necao lo vio, lo mató.

30. Sus oficiales pusieron su cadáver en un carro y lo llevaron desde Meguido a Jerusalén, donde lo enterraron en su sepulcro. La gente del pueblo tomó entonces a Joacaz, hijo de Josías, y lo consagraron rey en lugar de su padre.

31. Joacaz tenía veintitrés años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén tres meses. Su madre se llamaba Hamutal, hija de Jeremías, y era de Libná.

32. Pero sus hechos fueron malos a los ojos del Señor, igual que los de sus antepasados.

33. El faraón Necao lo tuvo preso en Riblá, en la región de Hamat, para que no reinara en Jerusalén, y obligó al país a pagar un tributo de tres mil trescientos kilos de plata y treinta y tres kilos de oro.

34. Además, el faraón Necao puso como rey a Eliaquim, hijo de Josías, en lugar de su padre. Le cambió el nombre y le puso Joaquim, y a Joacaz lo tomó y lo llevó a Egipto, donde murió.

35. Joaquim entregó a Necao la plata y el oro que este exigía, para lo cual tuvo que imponer una contribución a la gente del país. Y cada uno pagó en plata y oro el impuesto que se le calculó, para entregárselo al faraón Necao.

36. Joaquim tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén once años. Su madre se llamaba Zebudá, hija de Pedaías, y era de Rumá.

37. Pero sus hechos fueron malos a los ojos del Señor, igual que los de sus antepasados.

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